¿En qué consiste la sedación en pacientes pediátricos y cómo funciona?
Mientras que la mayoría de los estudios por imágenes son rápidos e indoloros, los pacientes pediátricos a veces necesitan sedación para poder mantenerse quietos y seguir las instrucciones a lo largo de un estudio.
La anestesia es un estado de conciencia o sedación que se alcanza a través del uso de drogas y/u otros métodos para bloquear la sensación de dolor. La sedación también podría causar pérdida de la memoria, de manera tal que el paciente podría no recordar lo que está sucediendo.
La sedación pediátrica ayuda a aliviar la ansiedad y a controlar el dolor y el movimiento excesivo. Se la puede lograr a través de una anestesia general o con cuidados con anestesia monitoreada.
¿Por qué los menores de 8 años requieren anestesia para la MR o resonancia magnética?
Aquí hay algunas razones por las que un niño menor de 8 años podría necesitar anestesia para una RM:
Inmovilidad: Las resonancias magnéticas requieren que el paciente permanezca completamente inmóvil durante el escaneo. Los niños pequeños, especialmente los menores de 8 años, pueden tener dificultades para mantenerse quietos durante el tiempo necesario para realizar el estudio. La anestesia general puede ayudar a asegurar que el niño permanezca inmóvil durante todo el procedimiento.
Ansiedad y miedo: Los niños más pequeños pueden sentir ansiedad o miedo antes o durante una RM debido al entorno desconocido, el ruido fuerte de la máquina y la sensación de confinamiento en el escáner. La anestesia general puede reducir o eliminar estos factores estresantes, lo que facilita la realización del estudio.
Seguridad y precisión: La seguridad del paciente es una preocupación fundamental en cualquier procedimiento médico. Si un niño es incapaz de mantenerse quieto durante una RM, existe un riesgo de que los resultados del estudio sean inexactos o que el niño se lesione durante el procedimiento debido a movimientos involuntarios.
Pacientes con necesidades especiales: Algunos niños, especialmente aquellos con discapacidades o condiciones médicas que limitan su capacidad para comprender y cooperar con las instrucciones, pueden requerir anestesia para garantizar que la RM sea segura y efectiva.
¿Cuán segura es la anestesia?
En general, la anestesia y la sedación son seguras para la mayoría de los pacientes.
Los pacientes son monitoreados cuidadosamente por un anestesiólogo u otro profesional entrenado de la salud, independientemente del nivel de sedación o anestesia utilizado.
¿Qué experimentará el niño o la niña durante y después del procedimiento?
Durante el procedimiento
Todos los pacientes que reciben anestesia están conectados a aparatos especiales que monitorean el ritmo cardiaco y otras funciones vitales del cuerpo. Los niños de reciben anestesia general, estarán inconscientes durante todo el procedimiento bajo los cuidados directos de un profesional de la anestesia.
Los sedantes se administran generalmente en los niños a través de un catéter IV periférico. Podrían sentir una pequeña presión o un pinchazo agudo cuando se inserta el catéter. Algunos niños pequeños, de menos de dos años, en ocasiones pueden ser sedados con medicamentos orales.
Los niños que están siendo sometidos a una RMN serán observados con una cámara que se encuentra en el explorador de RMN. El equipo que se encargará de tomar las imágenes reportará cualquier movimiento al administrador de la anestesia, en cuyo caso se podrían necesitar más anestesia.
Luego del procedimiento
Los niños que reciben sedación mínima moderada deberían poder volver a sus casas luego un periodo corto después de finalizado el procedimiento. Aquellos a los que se les administra sedación profunda o anestesia general, podrían permanecer en la sala de recuperación por más tiempo, hasta que se encuentren completamente conscientes.
Los niños tienen respuestas variadas a los sedantes y a la anestesia. Algunos niños podrían volverse inquietos, inconsolable o intranquilos durante o luego de la sedación. Otros niños podrían seguir teniendo sueño y estar inestables sobre sus pies por el resto del día.
La mayoría de los pacientes pediátricos pueden reanudar sus actividades normales dentro de las seis a ocho horas. Sin embargo, los niños deben ser monitoreados por un adulto responsable durante las 12 a 24 horas luego de haber sido sedados. Las actividades que requieren coordinación y balance, tales como nadar, trepar y andar en bicicleta, generalmente deben esperar unas 24 horas.
Efectos secundarios y reacciones alérgicas adversas
Los efectos secundarios y las reacciones alérgicas graves como consecuencia de la anestesia son raras.
Luego de la sedación o anestesia general, algunos pacientes podrían experimentar náuseas, vómitos, mareos, dolor de cabeza, irritación de la garganta, cambios en la presión sanguínea o dolor. Estos efectos secundarios son generalmente moderados, cortos y tratables.
Algunos niños podrían no lograr un nivel adecuado de sedación y podría ser necesario reprogramar el procedimiento para otro momento con anestesia general.
Complicaciones más graves debidas a la anestesia son raras, y es más probable que ocurran en pacientes con condiciones médicas complejas y graves.
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