- Propósito: Los Rx se utilizan para diagnosticar o evaluar una amplia gama de condiciones médicas, como fracturas óseas, infecciones, cáncer, neumonía, obstrucciones intestinales, enfermedades cardíacas y dentales, entre otras.
- Proceso: Durante un Rx, se coloca al paciente frente a una máquina de rayos X y se le pide que se mantenga quieto mientras se toma la imagen. El técnico de radiología posiciona al paciente y puede utilizar dispositivos como placas de rayos X o detectores digitales para capturar las imágenes. El paciente puede tener que adoptar diferentes posiciones según la parte del cuerpo que se esté examinando.
- Preparación: En la mayoría de los casos, no se requiere ninguna preparación especial para un Rx. Sin embargo, es importante informar al médico si estás embarazada o sospechas que podrías estarlo, ya que los rayos X pueden ser perjudiciales para el feto.
- Protección: Durante la realización de un Rx, es posible que te proporcionen un delantal de plomo para proteger otras partes del cuerpo de la radiación. Además, el técnico de radiología saldrá de la sala mientras se toma la imagen para minimizar su exposición a la radiación.
- Frecuencia: La necesidad y frecuencia de los Rx dependen del tipo de afección médica que se esté investigando. Tu médico determinará cuándo se requiere un Rx y con qué frecuencia.
Es importante tener en cuenta que los Rx utilizan radiación ionizante, por lo que deben realizarse con precaución y solo cuando sea necesario para obtener información médica relevante. Siempre sigue las recomendaciones de tu médico y no dudes en hacerle cualquier pregunta o inquietud que puedas tener sobre el procedimiento.
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